domingo, octubre 21, 2012

Fe de erratas y fe de errores

Fe de erratas es la curiosa expresión que se usa para corregir errores en un libro o impreso, detectados luego de su impresión física. Normalmente la fe de erratas se hace poco tiempo después de la impresión, cuando se identifican los errores (erratas), mediante un inserto, para no verse en la obligación de imprimir todo el trabajo nuevamente. Según entiendo, las fe de erratas se usan para errores pequeños y básicamente de naturaleza tipográfica.

Se distingue, por lo tanto, de lo que algunos llaman "fe de errores". Copio de un texto aparecido en la web de la Fundación del Español Urgente: "Fe de errores es la que hace referencia a aquellas informaciones erróneas que aparecen en los periódicos, en lo que respecta al contenido, y que suelen aparecer en la sección de «Cartas al director». Los periódicos publican estas rectificaciones o aclaraciones posteriormente para rectificar aquello que estaba equivocado" (http://www.fundeu.es/).

Así, si lo anterior está correcto, las fe de erratas son para errores de forma, y la fe de errores, para errores de fondo. Como se ve, la idea es reconocer de algún modo idóneo un error publicado. Si se trabaja con buena fe y claridad en las intenciones, también es de buena fe reconocer los errores y la posibilidad siempre latente de cometerlos. El que nos hace ver un error y nos explica en qué consiste nos hace, pues, un favor.

En algunos casos (los más serios), como se indicó, el tema tiene que ver con un derecho humano: el llamado derecho de rectificación y respuesta, es decir, el derecho que posee toda persona afectada por informaciones inexactas emitidas en su perjuicio a través de medios de difusión legalmente reglamentados y que se dirijan al público en general, a efectuar su rectificación. Consagrado en el artículo 14 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, este derecho -nos dice Gross Espiell- "sólo se comprende y se explica en función de la libertad de pensamiento, expresión e información. Estos derechos forman un complejo unitario e independiente... En su dimensión individual, el derecho de rectificación o respuesta garantiza al afectado por una información inexacta o agraviante la posibilidad de expresar sus puntos de vista y su pensamiento respecto de esa información emitida en su perjuicio. En su dimensión social, la rectificación o respuesta permite a cada uno de los integrantes de la comunidad recibir una nueva información que contradiga o discrepe con otra anterior, inexacta o agraviante" y "permite, de ese modo, el restablecimiento del equilibrio en la información, elemento necesario para la adecuada y veraz formación de la opinión pública, extremo indispensable para que pueda existir vitalmente una sociedad democrática" (CorteIDH, opinión consultiva OC.7/86, Gross Espiell, opinión separada).

El tema del reconocimiento de los propios errores en lo que decimos y escribimos me parece permanentemente actual y atinado, como parte de la autenticidad intelectual y el respeto a la verdad. Lo digo, además, a propósito de la aclaración que publiqué ayer en este blog.

Todo ello me hizo recordar un hermoso poema de don Francisco Amighetti, el gran artista plástico y escritor costarricense, unos versos que figuraban en el cartel del homenaje que, aún en vida, le rindió el Centro Costarricense de la Ciencia y la Cultura (Museo de los Niños) en el año 1994 (estuve ahí, porque ahí trabajaba), y que presentaba también  un hermoso grabado suyo, un autorretrato en el que, con el brazo levantado, brinda con todos nosotros. El poema decía: 

"Cuando el tiempo lo diga / me doblaré en magnolias / sobre la tierra oscura, /plañiré como un álamo / sobre un cristal de llanto, / y mientras eso llegue, / seguiré por los caminos / equivocándome siempre".

Ya lo decían los latinos: "Errare humanum est"

1 Comments:

At 11/2/15, 8:51 a.m., Anonymous Anónimo said...

Una fe de erratas o una fe de errores ¿puede aplicarse al contenido de un correo electrónico?

 

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