viernes, septiembre 23, 2011

Respeto y gratitud

Respeto y gratitud.

Son dos palabras en las que he pensado mucho estos días. Las dije el miércoles en el funeral de mi padre. Y las repito ahora: respeto y gratitud hacia él, y hacia todos los que nos acompañan

Sin embargo, las que me vienen más a la mente son las del poema de W. H. Auden:

Detengan los relojes, desconecten el teléfono
denle un hueso al perro
para que no ladre
Callen los pianos y con ese tamborileo sordo
saquen el féretro, acérquense los dolientes.
Que los aviones sobrevuelen quejumbrosos
y escriban en el cielo el mensaje él ha muerto.
Pongan moños negros en los níveos cuellos de las palomas,
que los policías usen guantes de algodón negro.
Él era mi norte, mi sur, mi este y oeste,
mi semana de trabajo y mi domingo de descanso,
mi mediodía, mi medianoche mi conversación, mi canción.
Creí que el amor perduraría por siempre. Estaba equivocado.
No precisamos estrellas ahora; apáguenlas todas.
Envuelvan la luna y desarmen el sol.
Desagüen el océano y talen el bosque
porque de ahora en adelante nada servirá.


Respeto y gratitud. Y el gustoso deber de honrarte, padre.



Gerardo Rodríguez Román
11 enero 1935 - 20 setiembre 2011

1 Comments:

At 4/6/23, 12:50 p.m., Blogger Claudia de Grassi said...

Hermoso homenaje a tu padre !! Cariños desde Argentina

 

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