miércoles, marzo 25, 2009

Las otras músicas

ESCENA 1. Hace unas semanas mostré a mis amigos César y Sandra el inicio de un fabuloso concierto de Within temptation, una banda holandesa de rock gótico. Desde que conocí a esos chicos les he seguido la pista. Su estilo ha evolucionado, pasando del metal a algo más sinfónico. De hecho, en ese concierto ("Black Symphony") se presentan con una gran orquesta y coro. La impresionante voz de soprano de Sharon den Adel lo deja a uno con la boca abierta. A juzgar por los comentarios que me hicieron mis amigos, a ellos también les gustó. TELÓN

ESCENA 2. Pocos días después, aprovechando un viaje de trabajo, llevé a mis amigos de México algo de música costarricense: Manuel Obregón, Humberto Vargas, Malpaís, Manuel Monestel. Es gratificante observar cómo los amigos de otras latitudes no sólo agradecen el obsequio por cortesía y buenos modales, sino que cuando escuchan nuestras músicas se llenan de alabanzas, y piden más. TELÓN.

ESCENA 3. Días antes se entregaron los premios Grammy. Ese codiciado gramófono es equivalente al Oscar para compositores e intérpretes musicales. Algunos artistas los ganan casi consuetudinariamente (U2 tiene 22 y Stevie Wonder 25; y Carlos Santana ganó 8 en una sola noche). Otros lo reciben una sola vez en la vida. Para todos implica un impulso a sus carreras y un merecido reconocimiento a su talento y labor creativa. ¿Cuántas categorías distintas hay en la entrega de los premios Grammy? Respuesta: nada menos que 110 categorías. La lista de nominados fácilmente supera los 500 nombres. Conseguí la lista del 2009 y comencé a estudiarla. Y aunque me considero melómano empedernido, con suerte quizá conozca a unos 50. TELÓN

ESCENA 4: Hace pocos días me llegó un email promocional anunciando un CD del compositor Arvo Pärt, llamado "In principio", que debutó número 2 en la Billboard Classical Chart. Hasta ese momento no lo conocía. Una oportuna búsqueda en la Wikipedia me dio suficiente información: nacido en Estonia en 1934, pionero del "minimalismo sacro", sus obras más reconocidas son trabajos corales. Es un compositor de lo que la gente llama "música clásica" (nombre impropio, pero que se entiende), influenciado al inicio de su carrera por Prokofiev, Bártok y Shostakovich, pero luego por la música antigua, el canto gregoriano y la polifonía renacentista. Pärt ha dicho que su música es similar a la luz que pasa a través de un prisma: puede tener un significado ligeramente diferente en cada oyente, creando un espectro de experiencias musicales similar al arco iris. Sobre él, alguien comentó que es un hombre talentoso y valiente, completamente fuera de la corriente dominante y, sin embargo, enormemente popular e inspirador. Su música, dicen, llena una profunda necesidad humana que no tiene nada que ver con la moda. Semejante información me hizo de inmediato interesarme en él. Una búsqueda en amazon.com y ¡voilà!: un video de un concierto. Cinco minutos fueron suficientes. De inmediato, decidí ordenar una copia. Espero que me llegue la próxima semana. TELÓN Y LUCES.
 
Pensémoslo despacio: cada uno de nosotros conoce una porción diminuta, casi ínfima, de lo que llamamos MÚSICA. Quizá disfrutamos de algunos géneros que nos son familiares desde niños, quizá conocemos a unos 100 artistas o grupos y algunos cientos de obras musicales (canciones u óperas, no importa). Alguno más fanático podría decir "miles". Pero eso es nada en comparación con lo que existe. ¿Qué música se escuchará ahora mismo en Hungría, Corea o Bolivia? ¿Quiénes serán esos compositores noveles que graban en un garaje y tocan en un bar en Dublín o Buenos Aires? Bolero, tango, rock metálico, techno, blues, gospel, música grupera, trova, ranchera, calipso, jazz o pop... Los que escriben música para películas o para Broadway, los nuevos exponentes de la rumba flamenca, del rock británico, del fado portugués, de la música alternativa, el country o el folk, de la polka, el merengue y el R&B... y de lo que llaman "new age", "ethnic" o "blue grass", incluso del rap y lo que llegó hace mucho y permanece, como el disco o el rock`n`roll.

"Las otras músicas" son las que no escuchamos o nunca hemos experimentado. Pienso que tenemos que estar abiertos a ellas. Y les diré por qué. Porque no conviene, en materia musical, ser demasiado herméticos, ya que podemos perdernos de gozar de cosas maravillosas, de experimentar sensaciones inéditas y armonías desconocidas. Negarse a escuchar otras músicas es como conformarse con usar cincuenta palabras, negarse a leer y a pesar de eso afirmar que se domina un idioma. Podemos hacerlo, pero cuántas cosas buenas quedarán fuera de nuestras vidas. Ojo que no hablo de cambiar de gustos, no. Simplemente hablo de estar abiertos a escuchar lo desconocido. Por eso, me gusta mucho "presentar" compositores, grupos y géneros desconocidos a mis amigos. Y debo confesar que, por mi culpa, algunos han terminado comprado varios discos que nunca sospecharon comprar. También me gusta asomarme a las ventas de discos y bucear y husmear. Y revisar la lista del "Hit Parade", Billboard o MTV. Así, casi sin querer, conocí la música de Apocalyptica (Finlandia), Snow Patrol (Escocia), Pitingo y su fusión de flamenco y soul (España), Amaral (España), Dulce Pontes (Portugal), Fernando Delgadillo o Jaime Ades (México); Damien Rice (Irlanda); Bruce Cockburn (Canadá), Dido, Nightwish, Pires, Fernando Velazco, Michael Hedges, Deep Forest o Jackson Browne; a Jan A.P.Kaczmarek, a los violines de Joshua Bell y Hillary Hahn, al cello de Yo Yo Ma y ahora la música coral de Arvo Pärt. Por supuesto, gracias a la radio, TV o internet, seguiremos a nuestras bandas, cantantes, compositores o géneros favoritos. 

Que chicos y grandes escuchen música. ¿Cuál música? TODA. No importa si es Rachmaninoff o Pink Floyd; Gardel o The Doors; Manzanero o Cold Play, Alison Kraus o Fonsi, James Taylor o Josh Groban, Taboga Band o Springsteen, George Winston, Aute, Iron Maiden o Elvis; Tigres del norte o Hevia; Pópera o RBD. Y con esto no estoy diciendo que toda tenga la misma calidad: sería absurdo pensar eso. Lo que quiero decir simplemente es que el mundo está lleno de música, que en todas partes encontraremos talentos asombrosos, en cualquier género o subgénero, y que por eso hay que estar atento. Cada uno decidirá, después, a quien seguir o no seguir. Bien decía un joven miembro de una banda española llamada "El canto del loco", cuando afirmó que sólo hay dos tipos de música: la que nos gusta y la que no nos gusta. Así de simple.

Pero también es verdad que mucha música no nos gusta porque aún no la hemos escuchado. Es para nosotros el planeta aún no descubierto.

Se aceptan recomendaciones.